RAUDY TORRES-ROBALAGALLINA
Por
los tiempos en que Raudy iba a la escuela Colombia, luego Benigno Filomeno de
Rojas, llevaba todas sus tareas de inglés para la profe doña
Yolanda, y las de geografía para Xiomara, para doña Fefita, con tal reperpero
y alegría con sus compinches, que él armaba con las niñas, que todos sabíamos
que él sería el Robalagallina del país. Y así es. Su pasión lo encumbró hasta
ocupar los más altos honores como uno de los símbolos del carnaval dominicano.
Este
carnaval no se lo pierde aunque tenga que meter bajo sus faldas a tres tígueres
que lo ayuden con el peso de aquella voluptuosidad de belleza que es siempre su
disfraz. Él es un patrimonio cultural
viviente que debe preservarse cueste lo que cueste. Sin limosnas.
Como una obligación nacional •JOSÉ MERCADER
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