sábado, 15 de diciembre de 2012




































ABEL MARTÍNEZ
Al fin se reveló el rollo de la Cámara y su nómina, aunque a retazos, para cumplir la ley 200-04 sobre libre acceso a la información. Esta ley es quizás uno de los grandes logros de los últimos años para fortalecer la institucionalidad de la función publica y contribuir a destrujillizar la débil democracia dominicana.  En la Era de Trujillo y luego fortalecido por la corrupción balaguerista, cualquiera que tuviera un carguito, se creía un jefazo, un mayimbe, que hacía y deshacía los presupuestos que el pueblo le confiaba para su manejo. 
Bien por ti !  Abel, porque la Cámara  no puede darse el lujo de quedarse en el cuarto oscuro y ocultar su funcionamiento, sus gastos, el uso de los recursos que se le pone en las manos.  Ya eso es de dominio público. ¡ Por Ley Abel! ...bien por ti !
Estos son los albores de la transparencia. Después de la nómina, te toca eliminar el     barrilito con sus  privilegios.  No tiene sentido  que se le dé a un diputado una cantidad de dinero extra para atender a Juanita cuando necesita una vacunita. Para eso están los hospitales y Salud Pública.  De hecho, aquí entre nos, shhhh,  la gente halla que diputados y senadores ganan demasiado para el servicio que dan; pero no se lo diga a nadie. Te puse al lado del Chapulín. ¡ Luz verde al cuarto de revelado !

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